Muchas personas que piden asilo en Europa temen por tener este destino. En Colombia se presenta frecuentemente el asesinato de líderes sociales, activistas y periodistas.
Cuando una persona toma la decisión de dejar su familia, amigos, costumbres hacia una tierra lejana y desconocida, bien sea porque es perseguido y es literalmente asunto de vida o muerte, o huyendo de la miseria, es una decisión importante ¡Muy difícil y dolorosa! No lo hace por gusto, lo hace por necesidad. El ser humano normalmente tiende mucho a estar en la zona de confort y sobre todo estar cerca de su familia, amigos y lo que le sea conocido, pero cuando sale de dicha zona, es porque se está enfrentando enormes problemas vitales o por motivos de fuerza mayor. Pero salir de un país no es tan sencillo como parece ser a primera vista, movilizarse por el mundo implica además de tener un pasaporte y un permiso de residencia para poder vivir, trabajar y tener los mismos derechos que los ciudadanos del país de destino.
Muchas veces salir de un país es una decisión difícil y dolorosa.
Para acceder, por ejemplo, a Dinamarca tienes las siguientes opciones: inscribirte a una universidad, bien sea, empezando una carrera, haciendo intercambio o una maestría, algo que en los países latinoamericanos lo pueden hacer las clases sociales con buenos ingresos; ser empleado cualificado y con formación superior y que también tengas un contrato de una empresa de allí; invertir en una empresa danesa, que ya implica tener mucho dinero; emprendiendo montando una nueva empresa que sea innovadora, en este caso estamos hablando mínimo y a ras de 50 mil euros que en esa cifra estaría incluida la inversión en la empresa, el papeleo y los 20 mil manutención que exigen por un año sí solo es una persona, más el tiempo que hay que esperar a que los funcionarios competentes evalúen y digan si es factible o no lo es (y eso que la suma de dinero mencionada con el poder adquisitivo de Latinoamérica y lo poco que valen las monedas al cambio, hay que trabajar el cuádruple de tiempo para obtener esa misma suma que un empleado en España, lo cual es muy difícil). En síntesis, el sistema migratorio danés, está diseñado para recibir gente de clases sociales altas, con educación, que tan solo desean estar allí por capricho o por negocios, en donde la gente común y corriente que quiere salir adelante y del hueco de la pobreza y que sueñan con un futuro mejor, como trabajar y estudiar así sea en una universidad online, no tienen la más mínima cabida. Este fenómeno se repite en Estados Unidos, Irlanda, Australia, Países Bajos y la mayoría de países desarrollados.
La verdadera realidad, es que el sistema migratorio está enfocado para las personas adineradas.
Debido a que el acceso al libre movimiento esta solo dirigido a la gente con más dinero, que tiene con qué estudiar, invertir, montar un negocio en un país de Europa, entonces las personas que huyen de la miseria de los países de origen, debido a esos requisitos inalcanzables, no les queda más remedio que inmigrar ilegalmente, mientras que las personas que se van por preservar su integridad y la de su familia, se enfrentan a sistemas de asilos maltrechos como los de España, en donde es sumamente difícil pedir una simple cita (las cuales en muchas provincias exigen que sean solicitadas por internet) mientras que están condenados a vivir allí como marginados sociales. Por otro lado, ciertos partidos y colectivos políticos que promueven en su propaganda el odio, la xenofobia y la discriminación califican aquellas personas como criminales, invasores, como el problema que hay que eliminar. Primero vamos a analizar, qué hacen en realidad los inmigrantes cuando llegan a países como España y Estados Unidos y luego vamos a analizar las causas, el por qué hay personas que toman una decisión tan radical, como es dejar su familia, sus amigos, su estilo vida por querer tener un mayor bienestar y ayudar a sus seres queridos.
Debido a que la gente de clases sociales menos favorecidas se le es vedado el derecho a expedir su documentación de residencia, precisamente por no tener dinero y estatus, muchos cuentan historias conmovedoras en donde hasta tuvieron que pasar hambre y necesidad, y para no pasar penas y con la esperanza de un mejor futuro asumen los trabajos más duros y mal pagos, como en el sector agropecuario, construcción, restaurantes, limpieza, cuidado de niños y ancianos. Eso, en Estados Unidos. En España, al existir controles más estrictos a la hora de contratar extranjeros indocumentados, en donde los inspectores de trabajo hacen periódicamente visitas, es difícil conseguir empleo, y si lo consiguen, muchas veces al tener que trabajar en empleos en la clandestinidad, muchas veces el empleador se aprovecha dando bajos salarios y condiciones injustas. Estas son precisamente las personas que Donald Trump y ultraderechistas califican como delincuentes, como la plaga que hay que erradicar y despachar en vuelos masivos de deportación, pero nunca dicen sobre la cantidad de extranjeros que duran años explotados, sin cotizar una pensión por vejez, de que los que están como legales son los de que hacen oficios que no los hacen los nacionales, precisamente porque el extranjero es el que debido a sus circunstancias está dispuesto a ensuciarse y se engrasarse con tal de salir adelante. Los restaurantes Mac Donald’s son un ejemplo icónico, pero hay otros que están en los cultivos de frutas en California -en Valencia, en plantaciones de naranja y viñedos-, arreglando y pavimentando calles, construyendo edificios, limpiando cristales de rascacielos, cuidando personas, limpiando, mecánicos... Esos “delincuentes” en realidad son personas honestas que han mantenido y contribuido a que esté en marcha las ciudades y en el progreso no solo en Norteamérica, también en Europa.
Estos son unos de los tantos trabajos que hacen la mayoría de inmigrantes. Son trabajos que contribuyen a la sociedad, al progreso y porque ellos desean salir adelante en sus vidas personales. Estos son los supuestos criminales a los que se refiere Donald Trump, que realmente es gente honesta y que no le está quitanto nada a nadie.
Debido a las deportaciones masivas, actualmente en Estados Unidos existe una crisis en los campos de cultivo por falta de trabajadores.
Por la persecución hacia los indocumentados y las deportaciones masivas de Donald Trump, Estados Unidos sufre, por ejemplo, una crisis por falta de trabajadores que recolecten las cosechas y el consecuente aumento del precio de los productos básicos a falta de oferta de dichos productos. También, hace falta cubrir vacantes de empleos, que el mismo gringo no acepta por las duras condiciones que el extranjero sí aceptaba. En España, en el sector de la hostelería se quejan por la falta de trabajadores, mientras que los migrantes indocumentados no pueden solicitar arraigo social y legalizar su situación porque mientras los empleadores no le hacen contrato hasta que tengan tarjeta de residencia, y en extranjería les piden un contrato de una empresa para hacer poderles dar una tarjeta. En otras palabras, es una contradicción, porque se quejan el sector por falta de trabajadores, pero no les hacen contrato para legalizarse por temor a sanciones de los inspectores, mientras que todo el tiempo entre ambas partes se tiran la pelota mientras que la persona indocumentada permanece en el limbo. Habrán algunos extranjeros que roban, pero muchas veces es un porcentaje marginal, frente la inmensa mayoría que trabajan y se las arregla en diversos oficios para sobrevivir.
En españa el sector de la hostelería enfrenta una crisis por falta de trabajadores y no es porque falten, porque hay muchos inmigrantes que quieren trabajar, sino porque mientras extranjería exige un contrato para solicitar arraigo social, en muchos establecimientos no contratan hasta no tener papeles de residencia.
Los políticos que siembran el odio en la población a través de los medios y las redes sociales, tampoco muestran la otra cara de la moneda. Nunca dicen que en Colombia se extraen minerales, a cambio de una cuota irrisoria de explotación. Dicen allí los profesores en las escuelas “en nuestro país hay riquezas: oro, platino, esmeraldas, petróleo…” ¡Pero si las multinacionales se llevan la tajada gorda y a la gente le queda las migajas! Mientras que, por ejemplo, los políticos y el gabinete del Ministerio de Minas se venden por unos cuantos millones de dólares, por contratos mineros en donde las multinacionales extranjeras se llevan la mayor parte y poco queda para las comunidades y el país, en donde muchas veces el pueblo cercano a una mina no tiene una escuela o centro de sanidad digno y mala infraestructura ¿Eso es la riqueza de la que hablan los maestros de las escuelas y gente de la calle? Mientras tanto, los medios de comunicación convencionales no muestran lo cochino que es el sistema y si algún periodista independiente habla y revela a la población la verdadera realidad, corre peligro de ser asesinado.
Dicen en las escuelas y en la calle que Colombia tiene riquezas, pero por ejemplo, la extracción a gran escala de la minera de El Cerrejón en el departamento de la Guajira, Colombia, (foto de la imagen) la mayor parte de las ganancias por explotación se la lleva la multinacional que explota la mina, mientras que para el país queda un porcentaje marginal, sin contar la miseria y la pobreza en la que viven las comunidades cercanas a la mina y el impacto ambiental a largo plazo.
Y precisamente esos países de esas multinacionales que se llevan la mayor parte del dinero de la extracción tienen políticas de inmigración restrictivas. Si esa persona de esa comunidad, pongamos por ejemplo, que vive cerca a la mina de carbón de El Cerrejón del Departamento de Guajira que no tiene escuelas dignas, agua potable y servicios dignos y toma la decisión de migrar al exterior por la miseria que vive y llega a Estados Unidos, es tratado desde el punto de vista ultraderechista como invasor o si llega España debe pasar por un duro proceso; si va a Alemania más difícil aún. Si una persona está bien, diría que es una locura pasar por todas esas penurias y sufrimientos. Esta es la cruda realidad que no hablan la mayoría de medios de comunicación. Y si se pone en contra de la minería a cielo abierto en un país como Colombia, puede correr serio peligro.
Por otro lado está la desigualdad económica, que es un problema estructural que hay en Colombia, en donde al ser un país que según la Constitución es descentralizado, pero que en la práctica es centralista, porque las administraciones no son totalmente autónomas políticas y económicamente, entonces se presenta el fenómeno en donde las grandes inversiones se concentran en Bogotá, por lo que hay mayor desarrollo empresarial y puestos de trabajo, mientras que el resto del país permanece en el abandono y el subdesarrollo, en donde es común que haya muchos jóvenes que tienen dificultad para conseguir empleo y proyectarse en sus carreras profesionales, sumado a la corrupción, al lastre de la violencia, los paramilitares, las bandas criminales que controlan territorios. El tratado de paz que hizo el expresidente Juan Manuel Santos, fue con uno de tantos grupos armados que existen en Colombia y que actualmente siguen activos.
Muchos periodistas en Colombia por escribir la verdad, activistas, líderes, que para ciertos grupos son una piedra en el zapato, pueden pagarle a un sicario de una moto para silenciarlos.
Colombia es un país tan seguro (según los funcionarios de la Unión Europea) que publicando este artículo y otros en los que me gusta decir la verdad, que estando allí pueden personas sin escrúpulos pagar un sicario, para que no siga escribiendo artículos como estos, nada más tuve que huir por defender los derechos de la comunidad LGTBI, por ejemplo, porque es tanta la inseguridad, que allí no se puede ejercer la libre expresión. Entonces ¿a qué le llaman seguridad? ¿Es que creen que los ciudadanos de todo el mundo son tan tontos para no ver lo inestable que es este país? Que de afuera venden las lindas imágenes de San Andrés, Cartagena, El Eje Cafetero, pero de puertas para dentro es un país violento, inseguro, con pobreza, miseria con una de las monedas más devaluadas del mundo, junto peso argentino, el bolívar venezonalo y la lira turca.
¿En qué tipo de criterios miopes se basa la Unión Europea para determinar que países son seguros?
En conclusión, Colombia es un país en donde la gente no puede ejercer libremente la democracia y la libre expresión de sus ideas y maneras de ser, en que no se puede caminar completamente tranquilo por la calle, y además las regiones periféricas a Bogotá, la capital, hay un subdesarrollo que es la verdadera causa de que tanto inmigrantes huyan de la violencia y la miseria que hay. Es tan seguro que en un informe de las ONG Observatorio del Desplazamiento Interno (IDMC) y el Consejo Noruego de Refugiados (NRC) en 2022 hubieron 339.000 personas que fueron desplazadas forzadamente de sus hogares debido a los grupos armados y a la violencia. Entonces ¿En qué tipo de criterios miopes se basa la Unión Europea para determinar que países son seguros? O es más bien una estrategia para disminuir y restringir la aprobación de asilos alentada por líderes ultraderechistas de los países miembros y facciones de esta misma ideología que actualmente se encuentran en el Parlamento Europeo, en donde se está intentando consolidar la cultura de la xenofobia y el rechazo al movimiento de personas, personas que muchas veces en vez de crear caos están contribuyendo con la economía y el desarrollo de los países miembros. En vez de atacar los inmigrantes, deben ser incluyentes, darles la facilidad de formarse, de legalizarse y de ser útiles para la economía, enriquecer la cultura. Los inmigrantes que cometen delitos son casos aislados en donde los gobiernos deben crear leyes y mecanismos para que se pueda actuar con eficacia ante los casos delictivos, pero un caso que ocurre en 1 entre 100.000 personas extranjeras no debe ser magnificado hasta el punto de etiquetar a toda una población como delincuentes, como lo han hecho hasta el momento la ultraderecha. Así que el fenómeno de la migración es producto de la desigualdad y de la falta de seguridad que hay en los países de proveniencia de los extranjeros.
Hay gente en el extranjero que cree que con el proceso de paz con las FARC de Juan Manuel Santos se acabó la violencia en Colombia. La verdad quedaron una parte de las FARC que son disidentes en el monte, sin contar de que también está el grupo guerrillero ELN, paramilitares, bandas criminales como el Clan del Golfo y otras que extorsionan a los comerciantes y empresarios cobrando cuotas a cambio de dejarlos trabajar tranquilos, narcotráfico. Infortunadamente, Colombia es un país caótico en donde la vida no es fácil si lo comparamos con naciones de la misma región que si calificarían más como países seguros, como Chile.