Por: Andrés F. Ardila
7 de julio de 2019 - 11:56 am
Mientras que, en el otro lado del mundo, China construye líneas férreas y transporta mercancías por tren hasta Europa, en Colombia debido a la avaricia y poca cabeza de la élite política, dejaron acabar el sistema de trenes, ni tampoco actualmente les interesa. Sin embargo, alumbraba una luz al final del túnel, cuando el Gobernador de Antioquia Luis Pérez, legalizó en el 2016 con ceremonia, junto a la locomotora antigua que adorna la estación, la constitución de la Sociedad Promotora Ferrocarril de Antioquia. Pero con el desastre de Hidroituango, todo se fue a pique, la prensa no volvió a hablar del tema y ahora, el panorama es incierto. Este es un análisis crítico, acerca de la situación.
Ferrocarril de Antioquia, una mirada retrospectiva
El Ferrocarril de Antioquia, sacó aquella región del aislamiento, contribuyó a la industrialización de Medellín y la convirtió en una de las ciudades más importantes de Colombia. Inclusive su construcción, fue una hazaña sacada de novelista de ciencia ficción, pero con la diferencia de que fue realidad. Pero cuando Bogotá decidió acabar con los trenes, y como Antioquia años antes, vendió su bien preciado, también se acabó el tren en el departamento.Cuando Luis Pérez prometió la reconstrucción del Ferrocarril de Antioquia, esto no solo alegró a la gente, sino también llenó de esperanzas aquellas personas que pudieron ver con sus propios ojos correr por el Valle de Aburrá aquellos caballos de hierro que funcionaban a vapor y diésel. Si se reactiva el Ferrocarril de Antioquia, con los privilegios como el Puerto de Urabá, y la cercanía a los dos océanos potencia el progreso a una escala inclusive nacional.
Un sueño que parecía en un comienzo hacerse realidad
Volviendo a la actualidad, Pérez legalizó la iniciativa, decía que con Hidroituango se iba apalancar el proyecto y que inversionistas chinos e ingleses, estaban interesados en invertir y participar. Lo único bueno fue, que adelantaron la cesión de vías que estaban en poder del INVIAS al departamento y anticiparon estudios de diseños y factibilidad entre Caldas y Barbosa y prefactibilidad en el tramo La Pintada – Caldas y Barbosa – Puerto Berrío.
Muchos antioqueños, pensaban que todo sería un hecho, ya que Antioquia, ha sido un punto aparte de Bogotá. Mientras en la capital todo el tiempo hacen propaganda mediática de que van a hacer algo como, por ejemplo, el metro de Bogotá, en realidad, no terminan haciendo nada. En psicología social, esto es una vieja estrategia astuta electoral. Mientras eligen al candidato o para favorecer su imagen, dicen lo que la gente quiere escuchar, pero una vez en el poder, se olvidan o postergan. Medellín en cambio no, ha sido más cabal en sus iniciativas llevándolas hasta el final, pese a los retos y a que tiene menos presupuesto que la “gloriosa”, pero en realidad caótica e insegura Bogotá. No es por comparar, es la realidad, porque en la capital está toda la corrupción política.
Desastre de Hidroituango
Hidroituango, la hidroeléctrica que va a ser la más grande del país, era la que con sus futuras ganancias iba a ayudar a impulsar el proyecto con 1,2 billones de pesos. Pero con el desastre del 28 de abril de 2018, en que la obra de la represa amenazaba con colapsar y acabar con poblaciones río abajo, se terminó ese año en contigencias, retrasos y desfalcos financieros; los planes del ferrocarril se fueron abajo. Ahora el Ferrocarril de Antioquia, espera financiarse con recursos provenientes de Bogotá. Pero ¿Qué tan fiable es esa propuesta?
Según El Colombiano, en su publicación del 1° de Mayo de este año, el F de Antioquia estaba incluido en el Plan de Financiación 2018 – 2022. En otra publicación del periódico El Tiempo del pasado 24 de mayo, afirmaba que el presidente Duque prometía el financiamiento del proyecto. Pero, por otro lado, mencionaban el déficit fiscal, lo que quiere decir, desde un punto de vista analítico, que amarraron perros. Ahora le dan gusto a la opinión pública, la gente de a pie piensa que hay una luz; pero sí los políticos se voltean, tienen la excusa perfecta. Pueden decir perfectamente que por falta de presupuesto están impedidos para hacer efectiva la Ley de Metros, poniendo en jaque el proyecto del Ferrocarril de Antioquia.
No depender del Gobierno central
Omar Hoyos, gerente de la Sociedad Promotora del Ferrocarril de Antioquia, dijo que entregaría unos documentos al Departamento Nacional de Planeación (DNP), para luego esperar en septiembre la aprobación para el presupuesto. Pero como sabemos, en Bogotá se manejan intereses, en que todas las decisiones las toman bajo estas premisas: ¿En qué beneficia a los políticos o miembros de un partido que manejan x sectores?
Nosotros sabemos que por tren sale más barato transportar, pero si x senador o un asociado a un partido es dueño de una empresa de carga por carretera y ve que no le beneficia el ferrocarril, le buscarán la caída jurídica o políticamente. Entonces ¿Por qué Bogotá lleva casi 80 años sin metro? Ejemplo de ello es Julio César Cortés, que cuando fue concejal de Bogotá y dueño de la empresa de buses urbanos Sidauto, no creo que le hubiera gustado la idea del metro, y probablemente fue uno de los que frustró uno de los tantos intentos del tren metropolinano capitalino.
Por tanto, tener el futuro del proyecto dependiendo de la decisión que tomen en Bogotá, es como tirarse a un precipicio.
Buscar otras alternativas
Los líderes antioqueños, deberían buscar otras alternativas como optar por el capital privado. En otras partes del mundo, para poder materializar proyectos costosos, tuvieron que recurrir empresarios e inversionistas privados, estableciendo una concesión mientras se amortizaba la deuda y obviamente el inversor obtuviera su ganancia. Otra alternativa, es optar por préstamos en bancos extranjeros, en donde se puede estructurar un crédito a un plazo que sea factible pagarlo.
El Gobierno de la Nación, no es sujeto de fiar, puede decir que sí a una propuesta, pero tiene sus mañas. Así que como van las tendencias, sí Antioquia quiere ver factible el ferrocarril, es mejor que piense en mejores alternativas.
DATO A TENER EN CUENTA
Un aspecto que favorece a Antioquia y al proyecto, es que cuenta con una posición geográfica privilegiada. Al tener cercanía con ambos océanos, es un blanco más factible en el mediano y largo plazo, no solo en cuanto productividad y rentabilidad al pasar mercancías y materiales que quieren evitar el paso por el Canal de Panamá, sino que se convertiría el Urabá en puerto importante del país y brindaría un mayor beneficio para Antioquia y Colombia.
Millones de celulares se venden al año en el mundo. En Colombia a la hora de cambiarse un teléfono, bien sea porque está obsoleto o porque definitivamente se dañó, la mayor parte de estos dispositivos se van a la basura, no solo contaminando el medio ambiente, sino también desaprovechando la reutilización de los materiales con los que están hechos. Ahora te darás cuenta sobre la doble moral del reciclaje y la importancia de que tengamos consciencia.